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Muchas veces cuando tenemos que tomar una decisión acerca de qué ERP es el más adecuado para nuestra empresa nos vemos en una disyuntiva y surgen dudas al momento de elegir. Los ERP que ofrece Microsoft Dynamics incluyen una serie de soluciones diseñadas para industrias y aplicaciones específicas. Esta vez vamos a hablar de la diferencia y similitudes que hay entre Navision y Axapta.

Para empezar diremos que tanto uno como otro ofrece funcionalidades completamente integradas con especialidades específicas para cada industria. Ambas pueden usarse en múltiples idiomas y monedas, por lo que su adaptación a las necesidades de cualquier país o región es fácil.

PYMES o grandes compañías

Los factores que determinan las diferencias entre estas dos soluciones radican en los objetivos y planes de crecimiento de cada empresa, o negocio individual. En este sentido, podemos decir que Dynamics NAV está orientado a pequeñas y medianas empresas con cierto grado de presencia internacional.

La solución trae consigo una tecnología potente para las PYMES que les permite competir con organizaciones grandes que cuentan con más recursos para invertir en software. NAV es flexible y se adapta al crecimiento de la empresa. Es, en definitiva, una buena opción para las compañías que planean expandirse y hacer crecer su negocio.

De otro lado, Dynamics AX está pensado para grandes organizaciones empresariales y con una amplia presencia internacional. Para compañías de este calibre es necesario poder gestionar grandes despliegues a través de distintas regiones fuera de las fronteras locales, cada una de las cuales funciona con su propio idioma y su propia moneda.

Es cierto que NAV está también preparada para crecer y adaptarse a las necesidades de una empresa en expansión, pero AX está mejor equipada cuando hablamos de retos y proyectos a mayor escala.

Hay que decir, también, que AX es una solución mucho más compleja y complicada que NAV en su implementación y manipulación. Su puesta en marcha llevará más tiempo e implicará una mayor toma de decisiones y un mayor manejo de recursos técnicos para su uso. Esto, claro, influye en el precio, lo que convierte a Dynamics AX en una solución más costosa que NAV.  

Agilidad y Cloud


Cuando hablamos de agilidad nos referimos a ser flexible, adaptarse a las cambiantes demandas del mercado y hacerlo de una manera rentable.

Tanto Dynamics NAV como AX agilizarán tu negocio y proporcionarán inteligencia y análisis de negocios a escala superior. Debido a que muchas empresas tienen dificultades para reaccionar rápidamente al cambio, la mayoría requiere de una solución ERP como Dynamics AX o NAV, que están diseñadas específicamente para este propósito.

Ambos sistemas se encuentran como soluciones alojadas en la nube, o como una solución mixta, es decir, como una combinación de hospedaje Cloud y otra on-premise. Elegir el modelo alojado en la nube aumenta aún más la agilidad y el nivel de alcance de la solución.

Finanzas y conciliación bancaria

AX cuenta con algunas opciones más que NAV cuando hablamos de la administración de acuerdos comerciales, Identificación por Radiofrecuencia (RFID), la logística, el desarrollo de productos, la calidad, así como la comercialización y automatización de los procesos de venta.

En cuanto a las finanzas, las dos soluciones están diseñadas para gestionar de manera eficaz los procesos de venta de una empresa. La diferencia está en que con AX es posible llevar a cabo procesos más complejos, propio de las grandes compañías, así como de empresas descentralizadas.

En 2016, NAV incluyó la función de conciliación bancaria, donde, apenas en segundos, es posible conciliar movimientos de extracto bancario que manualmente tardarían horas. Algo que AX ya venía ofreciendo en sus versiones previas.

Apuntes finales

Aunque las dos soluciones ERP coinciden en muchas de sus funcionalidades tanto Dynamics AX y NAV están diseñados para diferentes tipos de organizaciones.

No es que uno sea mejor que el otro, sino que la decisión de escoger entre ambos sistemas estará determinada por el tipo y, sobretodo, el tamaño de la empresa y cuán complejo sea su funcionamiento. Invertir en la elección de un ERP no es una inversión que se deba tomar a la ligera sino todo lo contrario.

Es una decisión muy importante dentro de la compañía y para tomarla de la mejor manera debes ser consciente de los objetivos de la empresa, las estrategias y la estructura de la organización.